La selección de Brasil disfrutó de un cómodo partido amistoso ante Sudáfrica en el escenario que acogió la última final de un Mundial de fútbol, el Soccer City de Johanesburgo, cuya próxima edición arrancará en el país sudamericano el 12 de junio y para la cual la anfitriona llegará liderada por un Neymar autor este miércoles de tres tantos.
La preparación de los de Luiz Felipe Scolari de cara a su Mundial tuvo una parada demasiado cómoda en el continente africano. Sin mucho juego pero con gran pegada, los brasileños se deshicieron de una Sudáfricaque pecó de generosa en defensa.
Los locales tuvieron sus opciones en la primera mitad, pero Oscar se encargó de poner por delante a la
‘canarinha’. El tanto del jugador del Chelsea mandó en el partido durante casi toda la primera mitad. La conexión con Fred, una de las dudas del seleccionador nacional brasileño, no terminaba de dar buenos frutos para los americanos, pero entre el jugador de la Premier, Hulk y Neymar la superioridad amarilla era palpable.
La emoción del marcador se evaporó en el tramo final de la primera mitad y el inicio de la segunda, donde el delantero del Barcelona firmó un doblete. Con sus goles en el 41 y en el primer minuto tras el descanso, facilitados por una defensa africana algo dispersa, Brasil tomó el mando del encuentro ante una Sudáfrica que se dejó llevar sin encontrar una reacción.
Scolari se dedicó a hacer cambios, también estrenaron segunda camiseta tras el descanso, a probar más opciones además de las de inicio, con Rafinha en lugar de Dani Alves, quien jugó después en la posición del madridista Marcelo.
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